miércoles, 1 de junio de 2016

Rayos gamma

"-¡Oh, gran acreedora de mi devoción! Dejo aquí unos dulces para aplacar tu ira.
­-¡Qué quieres, que pille diabetes gestacional?"

Hola compañero, hay algo de lo que tenía que haberte advertido hace tiempo. Lo siento, la verdad es que me he esperado para que fuera demasiado tarde y así no quedarme solo.

Desde el momento en que tu señora comenzó a ser madre, ha iniciado el camino de la mano abierta. Seguramente habrás oído campanas, todo es completamente cierto; a su lado Gengis Khan, Juana de Arco, Hulk, Terminator o el Chunorris no son nadie. Puede que no se líe a mamporros pero acaba de ganar la capacidad de generar explosiones de ira. Debes saber, compañero, que una colleja suya no servirá para sanarte, pero mandará tus vértebras al último estante de la casa. Los pobres machos de las mantis pueden corroborarlo... bueno, la verdad es que ya no.

Entonces... ¿qué hacer?

He estado investigando, preguntando a los supervivientes de Mrs. Hyde. Estos exploradores coinciden en la misma idea: Paciencia. Al fin y al cabo ella tiene más que razones para estar así. Todo ser humano en situaciones extremas muestra su verdadera cara, con una horrible mueca por el estrés. Eso que estás a punto de conocer es tu señora en estado puro, sin límites morales. Y es que tener un bicho vivo dentro es de por sí una situación extrema que nadie más que ellas (y el tipo de Alien al que le sentó mal la cena) pueden entender.

Si buscas consejos debo decirte que cada uno ofrece los suyos y la inmensa mayoría cambian, lo que me lleva a pensar que las señoras deben de ser muy distintas entre ellas. Así que lo único que se me ocurre es enumerar algunos para que vayas probando; si sobrevives es que has acertado a la primera. ¡Enhorabuena!, ya tienes alguna oportunidad más que los pobres machos de las mantis.

1) Sé sincero salvo que te pidan que mientas.

2) Todo es "Sí", salvo que el "No" se imponga como más acertado, pese a lo cual, en caso de percibir cualquier gesto extraño o muestra de sorpresa, debes regresar inmediatamente al "Sí".
3) Ella está guapa, no sé muy bien el motivo pero está exuberantemente guapa. Díselo, no hay problema, le gusta y la mantendrá en calma; aunque, recuerda, está "guapa" nunca "más guapa", piensa en todo momento en tu salud.

4) La vida te hace un regalo a ti y a Tal. Y es que esa sutileza carnal o esa voluptuosidad sensual que te volvía loco ahora ha aumentado y no solo en uno de sus frentes sino en las dos. Eso sí, la sensibilidad también, así que ojito si no quieres acabar como los machos de las mantis.

5) "¡Ay mi preñada! ¿Cómo está mi kinder sorpresa?" A veces funcionan y a veces no. Si se le pone cara de novia vas bien, si cambia a cara de madre, busca alguna forma efectiva de cambiar de tema.

6) Antojos. La racionalización no existe. Si te dice que se le antoja algo olvídate de hacerle ver que no es necesario o de preguntarle qué pasaría si no lo comiera, digas lo que digas va a seguir queriéndolo. Ten por seguro que el antojo aparecerá cuando menos te apetece y te hará acudir a donde menos quieras ir. Por si se te había ocurrido, no compres más de uno, si lo tienes en casa no lo querrá. Creo que son reminiscencias del pasado cazarrecolector; lo que le va es verte salir a por la pieza en el peor momento del día.

7) Si todo lo demás falla, acudiré a algo que leí en la enciclopedia mundial de la preñez, (o puede que fuera en el facebu): cuando todo lo demás falle huye y si esto no fuera posible, tírate al suelo y hazte el muerto.

Suerte compañero y recuerda que no estás solo, acuérdate de los machos de las mantis...

Hoy más que nunca, espero verte en la siguiente entrada.

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