jueves, 28 de julio de 2016

Apliques


Pues que quieres que te diga, me parece una chorrada comprarle un flotador al bicho.

¿Qué flotador, eso es el cojín de lactancia!!


Compañero, es hora de que lo sepas: tu Tal tiene más piezas que un transformer. Esto es una verdad como un templo. He intentado averiguar el porqué de que algo tan pequeño necesite tantos apliques, pero me cansé antes de llegar a algo.

Tienes ante ti una legión de objetos de lo más variado con una sola cosa en común: todo acaba en -ito/a menos el precio. Así tendrás el carrito, la bañerita, la cunita, el capacito, y el tique de compra que, ese sí, acaba en -ones.

Para saber todo lo que necesitas existen blogs detallados de gente más ducha en la materia que yo. Aquí el tema va de prepararse mentalmente para lo que viene...

Cosas trampa: cantidad de artilugios de dudosa utilidad que alguien jura están a punto de revolucionar el mundo y que hacen crecer a los niños más altos, fuertes, listos, guapos y sanos. Bañeras como probetas que reproducen el estado larvario del bicho y otros chismes que valen una leña,

Muñecas rusas: carritos que llevan capacitos, bolsitos, sillitas, etc. al final un todo en uno que viene genial para guardar y con el que necesitarás mucha paciencia para no acabar buscando la radial y el soldador.

Cosas prácticas:
verdaderas joyas del mundo de los cachorros humanos, bañeras en alto para no disparar los riñones, tronas para minimizar el espacio de desparrame alimentario de la criatura, saquitos del pan donde guardar al bicho para que no tenga frío (olvídate de ponerle más capas que a una cebolla)...

Cosas por capricho: lo siento pero las hay y siempre acabas picando algo, una camiseta de "no soy una princesa, soy una Khaleesi" o "ABϟCD", fichas de primer nivel, cosas de grupos, chupetes tuneados o gallumbos de cuerpo entero con ventanita pa cagar al más puro estilo western... si algo te gusta, lo tienen, así que ándate con ojo y mira poco.

De todas formas no te asustes que aquí entran en juego los verdaderos pioneros de este post. Los héroes olvidados que compraron todos estos cachivaches para su primera criatura y que altruistamente lo ceden una y otra vez al resto de descendencias. A poco que busques los encontrarás, se esconden entre familiares, amigos y conocidos haciendo gala de una admirable humildad, mostrándose ante la más mínima mención de la palabra "bebé". Gracias mil, a todos estos adelantados que su mérito tienen.

Al final, cuando tienes todo dispuesto, tomas un poco de tu tiempo, te sientas en la habitación que has preparado para tu futuro Tal y comprendes a la perfección que los pequeños vengan con un pan bajo el brazo; porque, con todo lo que le espera a este lado del saco amniótico, qué menos, compañero, qué menos.