jueves, 30 de junio de 2016

Moco o moca

-¡Si es niño lo vestiré de sheriff!
-¿Y si es niña?

...

-¡¡De sheriff!!


Hacia la semana número 20 te dicen el tipo de anclaje que tendrá el bicho. Es algo informativo, aparentemente nada relevante... aparentemente.

Depende de a quién preguntes, las respuestas irán del "da igual" al "no se parecen en nada". Puestos a elegir, lo suyo es que salga con todas las piezas y ya montado. Las niñas crecen antes y tienen un dominio mayor de lo social / los niños son más rebeldes y guerreros pero nobles, esas son las afirmaciones que más se repiten; pero me da a mí que lo mismo estás ultimando la matrícula del instituto de tu niña bambú (crecen hasta 1m al día), o preparándote para los pulsitos del pequeño bestiajo y resulta que alguien, sin avisar, por supuesto, da la vuelta a la tortilla y donde debía haber crecimiento rápido tienes una salvajita de mucho cuidado y donde esperabas un minibárbaro, te toca pensar en tres años por adelantado. Y es que los humanos somos así, tocapelotas con las líneas fijas.

De momento solo puedo apostar, y personalmente apuesto a que, a la hora de la verdad, da igual lo que sea. Tú ya marcarás pautas y orden, así que mejor dejarle al bicho la elección de juguetes y colores. Independientemente del anclaje, podrá desarrollar un carácter u otro y se le dará mejor una actividad u otra. El mito del esfuerzo físico como exclusividad masculina (salvo extremos) ya cayó, de igual modo que la sensibilidad o el savoire faire, bastión tradicional del ámbito femenino. Existen afinidades y sabemos hacia dónde suele soplar el viento, pero las sorpresas no te las quita ni dios; es la salsa de la vida.

Y a pesar de todo esto, el saber si es niño o niña es más que relevante. No por lo que vaya a ser o hacer, sino porque con cada paso lo sientes más cerca. Si el alienígena pasó a astronauta, ahora es un bicho humano, un él o ella (tu Tal o Tala), y de algún modo esa lejanía se acorta a toda leche. A partir de ahora, compañero, cada vez que se remueva en su huevo, que pida antojos a demanda o que revolucione a tu señora, podrás maravillarte o cagarte en algún género en concreto y eso une que no veas.

miércoles, 1 de junio de 2016

Rayos gamma

"-¡Oh, gran acreedora de mi devoción! Dejo aquí unos dulces para aplacar tu ira.
­-¡Qué quieres, que pille diabetes gestacional?"

Hola compañero, hay algo de lo que tenía que haberte advertido hace tiempo. Lo siento, la verdad es que me he esperado para que fuera demasiado tarde y así no quedarme solo.

Desde el momento en que tu señora comenzó a ser madre, ha iniciado el camino de la mano abierta. Seguramente habrás oído campanas, todo es completamente cierto; a su lado Gengis Khan, Juana de Arco, Hulk, Terminator o el Chunorris no son nadie. Puede que no se líe a mamporros pero acaba de ganar la capacidad de generar explosiones de ira. Debes saber, compañero, que una colleja suya no servirá para sanarte, pero mandará tus vértebras al último estante de la casa. Los pobres machos de las mantis pueden corroborarlo... bueno, la verdad es que ya no.

Entonces... ¿qué hacer?

He estado investigando, preguntando a los supervivientes de Mrs. Hyde. Estos exploradores coinciden en la misma idea: Paciencia. Al fin y al cabo ella tiene más que razones para estar así. Todo ser humano en situaciones extremas muestra su verdadera cara, con una horrible mueca por el estrés. Eso que estás a punto de conocer es tu señora en estado puro, sin límites morales. Y es que tener un bicho vivo dentro es de por sí una situación extrema que nadie más que ellas (y el tipo de Alien al que le sentó mal la cena) pueden entender.

Si buscas consejos debo decirte que cada uno ofrece los suyos y la inmensa mayoría cambian, lo que me lleva a pensar que las señoras deben de ser muy distintas entre ellas. Así que lo único que se me ocurre es enumerar algunos para que vayas probando; si sobrevives es que has acertado a la primera. ¡Enhorabuena!, ya tienes alguna oportunidad más que los pobres machos de las mantis.

1) Sé sincero salvo que te pidan que mientas.

2) Todo es "Sí", salvo que el "No" se imponga como más acertado, pese a lo cual, en caso de percibir cualquier gesto extraño o muestra de sorpresa, debes regresar inmediatamente al "Sí".
3) Ella está guapa, no sé muy bien el motivo pero está exuberantemente guapa. Díselo, no hay problema, le gusta y la mantendrá en calma; aunque, recuerda, está "guapa" nunca "más guapa", piensa en todo momento en tu salud.

4) La vida te hace un regalo a ti y a Tal. Y es que esa sutileza carnal o esa voluptuosidad sensual que te volvía loco ahora ha aumentado y no solo en uno de sus frentes sino en las dos. Eso sí, la sensibilidad también, así que ojito si no quieres acabar como los machos de las mantis.

5) "¡Ay mi preñada! ¿Cómo está mi kinder sorpresa?" A veces funcionan y a veces no. Si se le pone cara de novia vas bien, si cambia a cara de madre, busca alguna forma efectiva de cambiar de tema.

6) Antojos. La racionalización no existe. Si te dice que se le antoja algo olvídate de hacerle ver que no es necesario o de preguntarle qué pasaría si no lo comiera, digas lo que digas va a seguir queriéndolo. Ten por seguro que el antojo aparecerá cuando menos te apetece y te hará acudir a donde menos quieras ir. Por si se te había ocurrido, no compres más de uno, si lo tienes en casa no lo querrá. Creo que son reminiscencias del pasado cazarrecolector; lo que le va es verte salir a por la pieza en el peor momento del día.

7) Si todo lo demás falla, acudiré a algo que leí en la enciclopedia mundial de la preñez, (o puede que fuera en el facebu): cuando todo lo demás falle huye y si esto no fuera posible, tírate al suelo y hazte el muerto.

Suerte compañero y recuerda que no estás solo, acuérdate de los machos de las mantis...

Hoy más que nunca, espero verte en la siguiente entrada.